De relax en el lujoso balneario Széchenyi

Budapest se ha ganado el título de Ciudad de Balnearios. Ya en la época de los romanos estos se dieron cuenta de que sus aguas termales estaban repletas de minerales, y los otomanos, que conquistaron esta región en el siglo XVI, construyeron con mucha habilidad una gran cantidad de baños termales. El balneario Széchenyi, cuya construcción finalizó a principios de la década de 1900, es uno de los más grandes y hermosos de la ciudad. Además, su increíble ubicación en el Parque de la Ciudad no hace sino añadirle encanto.

Bienestar

Baño romántico al vapor de las termas exteriores

Las saludables aguas termales del balneario Széchenyi son muy codiciadas por los reumáticos, aunque aquellos turistas que estén agotados también agradecerán sus propiedades beneficiosas. Está permitido el acceso a los niños: adorarán las aguas rápidas de las termas, aunque la corriente es algo fuerte, por lo que le recomendamos estar pendiente de su prole. Las dos termas exteriores tienen aguas termales diferentes y su temperatura varía (34 y 38 grados, respectivamente). A cada uno de los lados se encuentra un amplio jacuzzi, y una enorme piscina, ideal para hacer unos largos, separa las dos termas. Sin embargo, ándese con cuidado, el agua de la piscina está bastante fría. El ambiente del balneario Széchenyi cambia de estación en estación; visitarlo es siempre una experiencia recomendable. En verano, los clientes se relajan en la terraza soleada, tomando un zumo de frutas o un bocadillo antes de disfrutar de un baño en sus elegantes baños azules. En invierno, las cálidas termas exteriores son muy agradables. Por la noche, la experiencia se torna romántica: los vapores emanan del agua y dificultan la visión de aquellos que se encuentran más cerca.

Un laberinto de termas y saunas

El balneario es un laberinto de baños termales, saunas y salas de masaje. Aspirará el suave aroma de los sulfitos saliendo del agua, que contiene sustancias tales como el fluoruro, calcio, magnesio, bicarbonato y sodio. El estilo y la temperatura de las saunas varía: encontrará desde saunas finlandesas hasta baños turcos, cabinas de infrarrojos y saunas aromáticas. Es muy importante refrescarse después de haber recibido tanto calor. Los más osados se atreverán con una de sus piscinas de hielo: ¡una zambullida entre hielos y problema resuelto! El acceso a las instalaciones es gratuito, pero los masajes y otros tratamientos deben solicitarse con antelación al entrar. ¿Le apetece una ictioterapia o un relajante masaje sueco?

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