Un elegante romance a lo largo del río
A lo largo del río todavía quedan algunos vestigios del periodo de la Belle Époque. El Teatro Arriaga fue construido en 1890 tomando como modelo la Ópera de París; reserve con antelación una visita o asista a algún espectáculo. La Estación de la Concordia, de 1902, es probablemente la estación de tren más romántica del mundo, con una fachada de azulejos de colores y hierro forjado que le brinda un aspecto elegante. Realice una visita a primera hora de la mañana al cautivador y moderno Mercado de la Ribera, de 1929, para ver a los pescadores pregonar de forma teatral su pesca del día.
Un plato lleno de pintxos en la Plaza Nueva
Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena: las Siete Calles ya suenan bien en español, pero en euskera se vuelven aún más exóticas. La quinta calle se convierte de repente en Harategi Zahar kalea. Esta parte de la ciudad, especialmente alrededor de la Plaza Nueva, está llena de bares de tapas, aunque allí se llaman de otra manera. En el país vasco la gente no come tapas sino pintxos, obras de arte culinarias servidas con un pincho. En el café-bar Bilbao podrá pedir un plato con cada pintxo del menú por 20 euros. ¡Buen provecho!
Más y más alto
Bilbao es bastante plana a lo largo de las orillas del río, pero el resto de la ciudad tiene bastantes pendientes, así que no tendrá que ir muy lejos para disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad. Tome el ascensor hacia la parte alta de la ciudad desde la plaza detrás de la Iglesia de San Nicolás para disfrutar de las hermosas vistas del Casco Viejo con un telón de fondo de verdes montañas. La Basílica de Nuestra Señora de Begoña, a quince minutos andando, alberga en su interior al Santo patrón de Bilbao. Un antiguo funicular sube rechinando hasta la parte alta de Artxanda, donde podrá disfrutar de unas vistas más amplias y a más altura.