Deliciosa, auténtica y exclusiva
Musgo condimentado de los bosques que rodean Copenhague, salmón salvaje del Báltico y langostinos de las Islas Feroe. Productos regionales de la mejor calidad y técnicas innovadoras de cocina permiten a los chefs René Redzepi y Claus Meyer seguir elaborando los platos más exclusivos para sus comensales. Bajo su inspirador liderazgo, el restaurante Noma, en la calle Strandgade de Copenhague, ha estado en lo más alto del mundo gastronómico durante años. Su ambiente es cálido e informal y a veces los propios cocineros se acercan personalmente a las mesas para servir la salsa directamente de la olla y contar un poco sobre el origen del plato a los clientes. El gran éxito del Noma ha desatado una locura gastronómica: muchos restaurantes de Copenhague ahora orgullosamente sirven platos de la Nueva Cocina Nórdica, cada uno a su manera. El Kodbyens Fiskebar, dirigido por Anders Selmer, anteriormente sumiller del Noma, es una marisquería especializada en productos del mar de la propia Dinamarca y de lugares cercanos. Los platos se preparan sin aspavientos y con ingredientes locales llenos de sabor. Siéntese en el bar y disfrute de mejillones Limfjord y ostras frescas a precio de ganga. Los dueños del BROR también empezaron en el Noma: Samuel Nutter y Victor Wagman trabajaron allí como segundos jefes. Una vez más, vemos la preferencia por ingredientes auténticos de la tierra danesa como las chalotas, las algas, el arenque y el ruibarbo. Las delicias culinarias que conforman el menú del BROR todas tienen valor propio. Creativos y, sobre todo, sin naderías, cada plato del BROR es un auténtico festín. Pruebe los rábanos con crema picante de avellanas o la remolacha con flor de saúco.
Nabos biodinámicos
Las sabrosas y frescas hortalizas transformadas en platos gourmet por las cocinas de Copenhague con frecuencia proceden de la localidad de Ugerløse, en el oeste de Selandia. Aquí, el joven y talentoso agricultor Ask Rasmussen y sus padres, Lisa y Eigil, cultivan zanahorias, nabos y hierbas autóctonas en su granja biodinámica de Kiselgaarden. En esta parte de la isla la arcilla es más pesada que al norte, y está repleta de minerales. Los cocineros del Noma y otros restaurantes importantes esperan con impaciencia la cosecha de Kiselgaarden.